La primera
novela de Agustín Campos tiene como protagonista a Máximo Riels, un joven a la
deriva que no puede ver con claridad el mundo que lo rodea, detestándolo en
gran parte, desencajando en lo que resta.
“Nací en una casa que flotaba sobre un río caudaloso. El río se llevaba todos los sueños y los ahogaba. Te arrancaba las alas justo antes de que emprendieras tu primer vuelo. Ya desde el comienzo me di a la búsqueda de una línea de fuga y aún no he acabado con esa exploración.”
La línea de fuga
de la que habla Máximo en el inicio del libro toma la forma de esquizofrenia,
enfermedad que lo hace visitar doctores de varias nacionalidades y hasta
internarse en el extranjero. Es, precisamente, a partir de su intempestivo y
violento encuentro con uno de los psiquiatras que lo tratara antaño que su
relato errante se desencadena. Así, el lector conoce diversas aristas de
la vida de este –por momentos irritante e ingenuo- joven en las que se mechan
una trunca relación amorosa, las amistades, la ciudad y la familia, formando la
trenza de lo que podría ser una historia de vida.
“Me parecía que nada en mi vida había sucedido por voluntad propia. Noté que la sociedad no permitía elegir entre la vida o la muerte, pero sí entre lo que se podía hacer con ella. O al menos esa era la ilusión”.
El enojo ante su dolencia, las imposiciones, los fármacos y las frustraciones: todo late en la
cabeza de este personaje que no puede salir de su círculo. Ante semejante
situación, por algún lado tiene que explotar la bronca. En el final, la
catarsis llega, aunque de una forma más drástica que un simple desahogo
charlado.
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Sobre Agustín Campos
Agustín Campos
(Buenos Aires, 1980) ha concurrido a los talleres literarios Punto y Aparte y
al Taller de Corte y Corrección, trabajando con Gonzalo Agustín Pérez y Marcelo
Di Marco. Nació y vive actualmente en la Ciudad de Buenos Aires. Se ha dedicado
a escribir desde sus 20 años, marcado por la vasta colección de libros de su
abuelo junto a la que un cartel afirmaba que ”la verdadera universidad de
nuestros días está en una buena biblioteca”. Influenciado por la obra de
Burroughs, Hesse, Sallinger, Cortázar, Vargas Llosa y Sábato, entre otros,
afirma que escribir para él es “el último refugio de sentimientos y
pensamientos a los que no se debe renunciar.”
Texto: Ariana Perez Artaso.
Detalle del libro
Editorial: Deauno.com
Páginas: 82.
62$ (en papel).
